La derecha debe entender que el discurso debe ir a todos los estratos y que, hace mucho, ‘dato no mata relato’: o se unen, o pierden nuevamente.
La delegación, encabezada por el presidente del Congreso, Efraín Cepeda y la abanderada de la defensa de la salud, la representante Carolina Arbeláez, expone ante la CIDH las amenazas y el hostigamiento sistemático contra la oposición.
Vergüenza nacional: el representante Alfredo Mondragón quedó en primera línea de agresión y decadencia, ¡así no se tramitan las diferencias!