Podium
Egipto es la cuna de la civilización. A lo largo de más de 3.000 años de historia se produjeron en el Valle del Nilo millones de obras de arte y monumentos cuyo destino, la historia, las guerras y los propios egipcios han hecho que tengan uno u otro fin. Hoy vemos muchas de esas piezas en museos fuera de Egipto. ¿Por qué salieron? ¿Están justificadas las acusaciones de saqueo a las grandes potencias europeas que se llevaron en el siglo XIX muchas de esas piezas?
El mundo antiguo cuenta con siete maravillas, monumentos dignos de ser vistos, realmente. Los autores clásicos eligieron en la época del imperio de Alejandro Magno, esas obras que había que ver antes de morir y Egipto contaba con dos de ellas: las pirámides de Menfis y el Faro de Alejandría que acabó entrando en la lista a última hora, casi en el siglo II d.C. En este nuevo episodio, el último de la Cuarta Temporada de Dentro de la pirámide, hablamos de su impacto en la Historia y la arqueología.
Heka era el nombre con el que los antiguos egipcios llamaban a la magia. Heka también era el nombre de un dios, pero hubo otros como Thot, Ptah o la propia Isis, apodada, Grande en Magia, que hicieron gala de esta poderosa arma empleada por seres humanos y dioses. El legado de la magia egipcia ha llegado hasta nuestros días diluyéndose en nuestra vida cotidiana.
Las momias egipcias han conseguido evadir la acción del paso del tiempo. ¿Por qué nos siguen fascinando? Los últimos hallazgos en la meseta de Sakkara en donde se han descubierto varios centro de momificación, nos pueden dar pistas sobre el significado que tenía esta tradición para los antiguos egipcios