Podium
Década de los 60. Satur acaba de llegar a París con 21 años, poco dinero, sin trabajo y solo. Busca ayuda en Casa de España, punto de encuentro de la colonia de emigrantes españoles que huyen de la miseria y la España franquista. Allí, conoce a paisanos que prefieren gastar cada noche lo poco que ganan. Pero también a Josefa Duarte, que se hace llamar Odette, una ‘conchita’ dedicada a tareas domésticas.
60 años más tarde, 4 personas son convocadas en un despacho de abogados de Madrid sin saber que su vida está a punto de cambiar gracias a Odette, de la que apenas saben nada. La causa, una herencia inesperada que deberán gestionar o rechazar.
Llegamos al final. Algunos sueños se cumplen y otros se quedan esperando una carta. Nos despedimos como empezamos, entre dos épocas. El París de los emigrantes españoles de 1963 y la España actual, unidos por una herencia inesperada que demuestra cuánto hay de cierto en aquello de “el dinero puede cambiarlo todo”. Gracias por haber escuchado esta historia que hemos producido para Banco Sabadell, en nombre del elenco y equipo creativo que la ha hecho posible.
No te dejes llevar por el encanto de la primera escena del episodio, un dulce paseo de Odette y Satur por el parc Monceau de París, dibujando sueños que compartir. La trama se complicará esa misma noche en la habitación de Odette con un tercero en discordia, Antonio. Mientras, los protagonistas de la época actual comienzan a compartir sus proyectos de negocio, realizables gracias a la herencia recibida. Terminamos regresando de nuevo a París, 40 años atrás, con la visita de Odette a Satur para contarle el grave incidente que acaba de vivir. Las cosas no siempre son como las soñamos.
Tras superar la sorpresa inicial al saberse beneficiarios de la herencia de Odette, los protagonistas de la época actual comienzan a hacer cábalas sobre el uso que harán del dinero que van a recibir, unos con más ilusión que otros. Paralelamente, la historia sigue en el París de los 60. Odette y Satur avanzan en su relación con perspectivas bien diferentes. Ella imaginando tener su propio negocio, mientras él se gasta el poco dinero que gana en la cantina de la casa española de París, a la que acuden buena parte de los emigrantes de nuestro país.