Podium
Calahorra, 1932. Un humilde chocolatero llamado Ángel Oliván, verá cambiar su suerte y cumplir su sueño por un número feo de la Lotería de Navidad.
El padre Francisco escuchaba la radio atentamente el 22 de diciembre de 2010. Cuando los niños de San Ildefonso cantaron el segundo premio y supo que le había tocado, tuvo muy claro que ese premio no era para él.
Unos enigmáticos sobres rojos repartidos por el barrio almeriense de Mediterráneo-Oliveros hacen de cada diciembre un juego. Los vecinos se convierten en improvisados detectives y la ilusión se expande por las calles. ¿Qué contienen esos misteriosos sobres?
Ramón Acín era pintor, periodista, escultor y, ante todo, un hombre bueno. En 1932 la fortuna le sonrió, y pudo así ayudar a realizar el próximo proyecto de su amigo Luis Buñuel.