Cuando el padre de Nacho Carretero le dijo: “Hijo, no se llora por el fútbol”, él replicó: No lloro por el fútbol, lloro por el Dépor”. En el último episodio de la primera temporada de ‘Hooligans Ilustrados’ recordamos a Arsenio Iglesias, lo más parecido a un dios futbolístico en un mundo profano, hablamos con Donato y volvemos a los años victoriosos del Real Club Deportivo de La Coruña. Aunque la identidad deportivista va mucho más allá de los éxitos y las categorías: como explica Carretero en su libro “Nos parece mejor”, se trata de un asunto generacional, una pasión heredada y compartida.
En Sevilla, las chavalas y los chavales son del Sevilla o del Betis. No existe otra opción. El sentimiento futbolístico sólo se ve condicionado por el barrio, la calle o la familia. En el séptimo episodio de 'Hooligans Ilustrados' Lucía Taboada viaja a la ciudad hispalense para reunirse con el escritor Pepe Lobo, que debe su sevillismo a su padre. Volvemos al Sevilla de los 90, al descenso a segunda, al fichaje de Maradona, recordamos la anécdota del fisioterapeuta Domingo Pérez y charlamos con Antoñito.
La fe en algo, o en alguien, también en un equipo, se moldea a partir de hechos cotidianos y familiares. En el sexto capítulo de ‘Hooligans Ilustrados’ conocemos la historia y la identidad de ‘El Espanyol’ junto al periodista Enric González. Visitamos el lugar donde, hasta el 20 de septiembre del año 1997, estuvo el estadio de Sarriá, conversamos con Raúl Tamudo, y recordamos la peña manigua, pionera del activismo de peña del equipo.
En el sureste de Madrid se levanta el barrio de Vallecas. Un barrio obrero, con mucha identidad. No importa la procedencia, para ser de Vallecas basta con vivir allí. En el barrio, además, hay otro elemento que une calles, comercios y bares: el fútbol, el Rayo Vallecano. La afición rayista evita encumbrar nombres propios. Saben que son un equipo de jugadores que vienen y se van. Pero, sin embargo, hay varios nombres que permanecen. En este episodio de 'Hooligans Ilustrados' Quique Peinado nos cuenta su proceso de investigación para la escritura del libro 'A las armas' y hablamos con uno de esos nombres propios que permanecen, Miguel Ángel Sánchez Muñoz “Míchel”. Con él visitamos las entrañas del estadio, donde nos recibe el boxeador Manolo del Río.
Hay ciudades que son equipos y equipos que son ciudades: Santander, con sus regatas, su cielo gris, su viento del sur y su inmaculada bahía, es el Racing. Frente la playa del Sardinero, desde donde se ven los focos del campo, la periodista y escritora Marta San Miguel nos habla, junto a su padre, del vínculo estrecho de la ciudad con su equipo de fútbol. Porque jugar en el Racing no es solo una forma de hacer deporte, es una forma de ser de Santander.
Cualquier niño o niña que se encuentre en la peligrosa edad de los cuatros a los ocho años está en predisposición de sellar su futuro futbolístico para siempre. Viajamos hasta la infancia del periodista y escritor Manuel Jabois para descubrir que, con el fútbol, uno defiende su parcela de niñez; recordamos la feliz dictadura de la quinta del buitre; hablamos con Michel Gonzalez y tratamos el antimadridismo en el tercer episodio del podcast basado en la serie ‘Hooligans Ilustrados’ de Libros del K.O.
En 1989 estaba en la bañera comiéndose una chocolatina cuando su padre entró en el baño con el transistor: el Castellón había subido a primera división. Desde entonces, su equipo pasó de ser una cosa fugaz a quedarse con él para siempre. Enrique BallesterEn 'Infrafútbol' viajamos con el periodista y escritor hasta Castalia, conocemos a su familia, visitamos el pub de Pedro Alcañiz, recordamos el gran ascenso del Castellón y su caída.
En 1982 Ander Izagirre pensó, mientras saltaba al campo con un trapo blanco y azul que su abuela Pepi le había dado, que la Real Sociedad siempre ganaba la Liga. En ‘Mi abuela y diez más’ volvemos con el periodista y escritor a los sonidos del viejo Atocha, hasta la Real de hoy.