SER Podcast
Ep. 430: Andreu Buenafuente y Berto Romero aún están estrenando la 12ª temporada de ‘Nadie Sabe Nada’ en la SER, en podcast y en vídeo y poco a poco van cogiendo de nuevo la soltura... y recuperando la ignorancia.
Ignorancia en tratar temas como si se pueden disecar las abuelas, cuál es el orden correcto para lavarse al ducharse, padres que tiran huevos crudos a sus yernos o si llegará un día que los pañales y compresas absorban el mar.
A todo esto,
Este ‘Nadie Sabe Nada’ es el programa 444. ¿No es bonito lo de los tres cuatros? Tan bonito como la Navidad, época en la que desgraciadamente murió Josep Maria Balcells, pero nace Silver Balún Balcells con Andreu Buenafuente y Berto Romero haciendo de padres. La Navidad, la fluctuación de las preguntas que llegan a la urna, lo que se mete en los ojos donde va a parar, de videncias, la reserva de combustible de los automóviles o los vampiros son temas de los que también se dicen cosas. Ah, y desde este momento nos declaramos súperfans de Paquita, la gaviota.
Ep. 443: En este ‘Nadie Sabe Nada’ aprendemos más o menos qué es un calendario de adviento y cuánto dolor de cabeza crea a los padres. Andreu Buenafuente y Berto Romero no gestionan demasiado bien la relación que tienen sus hijos con este calendario tan popular en estas fechas tan cercanas a la Navidad. Esto da pie a una conversación y a una serie de confesiones sobre el consumismo infantil y las tradiciones como Halloween. También se habla de ‘The Chicken
Ep. 442: ¿Cómo puede decir Andreu Buenafuente que no le escucha nadie? ¡Pero si el ‘Nadie Sabe Nada’ es uno de los podcast más escuchados de 2024! Ah, que Andreu se refiere a que no le escuchan en su familia y Berto Romero tampoco. Esto no huele bien... no sé si esto tendría cabida en el nuevo juego ‘Olores’. Reabrimos el olvidado ‘Especial puertas’ con nuevas puertas que nos enviáis por la internet y el momento más tenso del programa llega cuando Andreu defiende el uso de la armónica en la música y Berto trata el instrumento como ‘melodiosa’. Sea como sea, en el ‘Nadie’ todo es magia.