AS
Los Sixers no levantan cabeza. Tienen el peor récord de la NBA y deben obrar el milagro si quieren acabar la temporada en positivo. La vuelta de Joel Embiid no parece suficiente, y menos si Paul George es baja otra vez. Situación muy diferente en Los Ángeles: Dalton Knecht parece la pieza final para encajar el puzzle de JJ Redick y el MVP de Anthony Davis cada día es más posible.
Un año más, tenemos el debate de hasta cuándo podemos decir Feliz Navidad. Un año más, vosotros sois nuestro mejor regalo. Ni en estos días de tanta esperanza se puede confiar en el proyecto de los Warriors, que siguen desperdiciando a un Stephen Curry majestuoso. Suman otra derrota en casa contra unos Lakers sin Davis ni pívots ni media plantilla, pero aguantando el tipo con Reaves y LeBron. Wembanyama brilla en el Madison pero los Spurs dan pena. Ojo que los Celtics empiezan a dar señales extrañas. Sixers gana sin el protagonismo que deberían tener Embiid y Paul George. Pésima noticia para Dallas la pérdida de Doncic en un año que necesitan tener todo de cara para dar el salto definitivo y ganar la NBA. Una pena que falte OKC. A Jokic se le agota la paciencia con los Nuggets.
Nos encanta dejarnos llevar por el espíritu navideño. Salta la sorpresa en Las Vegas con la victoria de Milwaukee ante unos Thunder que todavía deben madurar mucho más. Qué ganas teníamos de volver a disfrutar de un Giannis imparable. El mercado de traspasos ya está activo y se nota. Nunca os podéis fiar de Charlotte ni de las dudas sobre si la NBA está en su peor momento.
La segunda edición de la NBA Cup se decidirá con un Milwaukee-Oklahoma interesante pero asequible para los Thunder. Los líderes del Oeste no paran de arrasar con Shai, Hartenstein y compañía, y nos frotamos las manos con el nivel que pueden alcanzar cuando regrese Chet Holmgren. Los finalistas del Este solo pueden seguir remando alrededor de un Giannis Antetokounmpo que está volviendo a relucir como una estrella generacional. Seguimos disfrutando mucho con la temporada de Grizzlies y Rockets, pero nos cuesta imaginarles un techo cercano al anillo.