Podium
Droguerías, cafés, librerías... ¿qué tienen los negocios de toda la vida que los hace únicos? Nos adentramos en el corazón de seis negocios emblemáticos, en muchos casos de tradición familiar, para conocer las historias personales que hay detrás. Una historia de adaptación constante al paso del tiempo narrada en primera persona por sus protagonistas.
Un proyecto de Banco Sabadell.
Guion, Minerva Marcos. Diseño sonoro, Andrés Fernández. Voz, Teresa Marcos. Diseño gráfico, agencia Player. Producción, Chevi Dorado. Productora ejecutiva, Elia Fernández.
En este episodio de “Negocios para siempre”, conocerás la historia de la tienda de material fotográfico más grande de Europa. Está en Madrid, y todo empezó con un humilde puesto en el Rastro, montado por un par de estudiantes de fotografía. Uno de ellos era José Luis Mur, fundador del negocio que traemos a la serie que ofrece Banco Sabadell. Aunque este aragonés de Labuerda llegó a Madrid fichado como portero del Atlético de Madrid, una lesión le llevó a recuperar su ilusión adolescente por la fotografía. Había comprado su 1ª cámara con 13 años, y terminó siendo amigo de grandes fotógrafos y cineastas. Como su paisano Carlos Saura quien, poco antes de morir, hizo la última foto de su vida con un retrato a José Luis. Su deseo hoy es conseguir ayuda para crear un museo de la fotografía con su colección de 6.000 cámaras, más de 2 millones de negativos y 5.000 libros de fotografía.
Entrar en la chocolatería San Ginés, en su local centenario del centro de Madrid, es iniciar un auténtico viaje en el tiempo. Desde finales del siglo XIX, este negocio que empezó siendo buñolería, ha servido millones de servicios de su afamado chocolate con churros. Una delicatessen muy castiza, de la que han disfrutado por igual ciudadanos locales y extranjeros, miembros de la realeza, actores, escritores, deportistas, artistas, empresarios y gobernantes de naciones de todos los tamaños. Hoy San Ginés abre sus puertas en varias ubicaciones madrileñas y en distintos lugares del mundo, vende online y abre todo el año, pero se mantiene fiel a su receta de chocolate y a su estilo de hacer churros. Nos adentramos en su primer local de la mano de dos de sus maestros churreros, y comprobaremos que en sus mesas se escucha un buen número de idiomas. En esta ocasión entramos a ese lugar reservado a unos pocos donde, en realidad, nace todo: la cocina. Lo que no podemos asegurar es que en este episodio vayan a desvelar la receta secreta de su chocolate.
Hace 101 años, 2 hermanos abrían una tienda de telas en el corazón de Valencia, que pronto evoluciona hasta convertirse en Lencería Alberola, su apellido. Vendían ropa interior y corsetería a medida. Hoy mantienen aquel taller activo y ofrecen lencería para novias, productos para hombres o sujetadores especiales para mujeres que se han sometido a una mastectomía, entre otros productos. Alfredo González Mataix Alberola, heredero de aquellos emprendedores, cuenta cómo un siglo después sigue cumpliendo el compromiso de la familia: mantener la ilusión de los fundadores, adaptándose a cada época. Alfredo, que se crio jugando tras el mostrador, incluso en Fallas, sigue defendiendo que “el tú a tú, es lo que vale”.