Cadena Dial
Curro Fernández ha recorrido varias veces el mundo acompañando a las primeras figuras del baile, aunque también haya grabado en solitario. Cuando perdió la voz, se volcó en la poesía para recuperar una forma de expresión. Pronto descubrió que su hija, Esperanza Fernández, no tendría un futuro esplendoroso en la danza, hacia donde parecía dirigida, sino en el cante. Ella empezó a interpretar los discos de Lole y Manuel, que por cercanía con la familia le llegaban antes de salir al mercado, hasta que adoptó un discurso propio. Hoy es una de las máximas exponentes del flamenco. Con un sinfín de teatros llenos a la espalda y varios discos en el mercado, en los que ha tenido ocasión de encontrar el flamenco con el folclore latino, la música clásica y la poesía de José Saramago, nos presenta 'Se prohíbe el cante', una reivindicación del flamenco en vivo que aborda, en esta ocasión, junto al guitarrista Alberto López y su padre, que rompe su silencio para cerrar la serie Astros y Promesas con un encuentro histórico. Charla con acento trianero y música superdotada de intimismo.
Es hijo de la fragua y de la fiesta, de una dinastía de cante poderoso e intimista que llegó a la escuela de Antonio Mairena para enriquecerse. Gitano, de Jerez, se hizo popular en televisión por un número por bulerías, ese del bombero que canta y baila, amén de apagar los fuegos. Esta vez viene acompañado de Eduardo Rebollar a la guitarra para hacer de la charla, las bulerías cortas que aprendió del maestro, a quien jalea en su disco postrero, 'El calor de mis recuerdos', y los tangos un verdadero ritual. Así suena la fiesta flamenca en la voz rota de uno que lleva más de cincuenta años dedicado a ellas.
Quién mejor para recordar al maestro José Menese que la cantaora que lo acompañó en uno de sus últimos proyectos de gran envergadura, 'A mis soledades voy, de mis soledades vengo'. Lo hizo junto a Eduardo Rebollar, su guitarrista habitual, con quien vuelve a nuestro patio para revalidar aquella hazaña interpretada en directo. En ese mismo marco, el de La Bienal, la sanluqueña Laura Vital consiguió el ‘Giraldillo’ al Cante en el Concurso de Jóvenes Flamencos, allá por el 2000. Estudió Psicología y cante, creó un estilo propio y hoy lo defiende por vidalita y mariana sentada en la silla de enea.
Anda roto de dolor y, todavía, sin ningún disco en solitario en el mercado. Enamoró con su cante a Vicente Amigo y a Alejandro Sanz, con quienes grabó 'Y será verdad'. Ha triunfado en los primeros festivales, dando lugar a una carrera tan meteórica como tardía. Primero trabajó vendiendo por los mercadillos. Después Farruquito lo requirió para subir al escenario y, de pronto, el público quedó prendado de sus formas cantaoras. Es una de las grandes figuras del flamenco de hoy. Reúne en su garganta los ecos de Camarón, Enrique Morente, Tomás Pavón y El Chocolate, entre otros, y da como resultado a uno de los artistas más interesantes del género jondo. Su escudero se llama Antonio de Patrocinio. Y juntos, desde lo más tradicional, están revolucionando este arte.