Al llegar a Rumanía, Gloria tenía el afán irremediable de iniciar su liberación. Lo primero que necesitaba era arreglar sus papeles y formalizar en la agencia lo que, hasta entonces, solo había sido un compromiso verbal. Este episodio viene cargado de amor, secretos familiares, amistad...
Acostumbrada a mirarle desde pequeña como un hermano, cuando Fernando le dedicaba un piropo unas veces lo tomaba con broma y otras como elogio fraternal. Se reía y contestaba en tono festivo. Halagada sí, pero como si eso mismo se lo dijera Eugenia. Cómo iba a imaginarse ella otra cosa. Ella le quería como a un hermano, no como su cuñado, pero ella pensaba que él también la vería como una hermana o hija pequeña.
Gloria se alegraba de que la casualidad le hubiera llevado a la agencia de viajes haciéndole encontrar allí una maravillosa inspiración. No le interesaba el destino del viaje, le importaba encontrar una razón para su ruptura.
Al día siguiente de alcanzar la mayoría de edad, Gloria desayuna con su familia deseando conocer más acerca del asunto que le ha tenido desvelada gran parte de la noche. Gloria pasa revista a sus recuerdos más personales: ya no es la jovencita de hace unos años, aunque María Eugenia parezca resistirse a aceptarlo. Tras una discusión acalorada, la conversación queda interrumpida justo cuando Fernando entra en la habitación...
Carmen, la mujer de Paco Luján, estaba deseando que llegase el momento de emprender su viaje a Rumanía. La mayoría de sus amistades ya habían partido de veraneo, y un calor sofocante le impedía salir a a calle salvo por las noches. Gloria habla con Luisa sobre su temperamento. Su hermana no se merece las rebotadas de Luisa que, además, ya no es una niña.
Aquella tarde, mientras escuchaba atentamente a Susana, Laura tomó una decisión. Pensaba que cometería una locura, pero que se exponga a sufrir es una cosa dolorosa y no puede evitar que se le note. En cierta ocasión al encontrarse con los ojos de Laura Susana pareció percibir los pensamientos de su amiga, su mirada era de preocupación. Su decisión no la convencía. Solo había dos opciones: éxito y fracaso. Pero Susana estaba dispuesta a jugárselo a todo una carta.
Jacobo discute con su mujer Leopoldina. Ambos quieren ver a la famosa doctora. Ella tenía miedo de dormir sola, pero nunca, ni recién casados durmieron juntos. Tanto el domicilio como la vivienda eran lóbregos. Los recuerdos de su vida de recién casada estaban marcados por el miedo. A veces tenía la impresión de ver a la primera mujer de Jacobo.
Bajo su deliberada displicencia José Ramón estaba radiante de satisfacción. Su maniobra no solo daba resultado sino que además se producía antes de lo previsto. Doña Isabel, su madre, mostraba un gran interés por los tratamientos de la doctora de Rumanía. Ella también quería ir de viaje, y se lo echa en cara.
Ajena a los pensamientos de Daniel, Pilar escuchaba las explicaciones sobre los objetos del escaparate. Huevos de pascua, vasos, tapices… En cuanto se reunieron con Daniel, este puso fin a su visita, no quería prolongarla. No querían ocuparse del viaje hasta el día de la marcha. Tenían que coger un autobús hasta Barajas. Mientras Pilar y Daniel fundían su risa, él recordó algo que Pilar le había preguntado antes sobre su vida amorosa en París. La idea de que Pilar se enterase de su secreto le atormentaba en ocasiones, pero la alejaba porque no vio peligro de que ella se enterase de la verdad.
'Drácula'. Este nombre puso de nuevo en marcha los recuerdos de Pilar. Volvió al pasado, "a los tiempos felices", cuando iban al cine y ella se agarraba fuerte al brazo de su marido. Pilar era incapaz de ver la película entera.Pilar, vuelve al presente, a la agencia de viajes. El dependiente les anima a viajar a los Cárpatos. Además de paisajes montañosos, allí hay bosques, ríos y cuevas misteriosas. Quién sabe si no se encontrarán por al mismísimo Conde Drácula.