Podium
Los protagonistas de este nuevo episodio, Roger y Manel, rompieron con España muchos años antes de que se aprobara el Estatut Catalán en 2006. Ambos son miembros de los CDR, los Comités en Defensa de la República y se sienten exclusivamente catalanes.
Tanto el Partido Popular como Esquerra Republicana votaron en contra de la aprobación del Estatut. Tras su aprobación el PP además lo recurrió ante el Tribunal Constitucional. Casi cuatro años después de su aprobación, en 2010, el Constitucional refrendó la mayor parte del Estatut de Cataluña. El entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, hablaba de "indignación" a la hora de recibir la sentencia.
Para una parte de los catalanes, la resolución del Constitucional fue una humillación. Muchos vieron imposible la posibilidad de un pacto entre España y Cataluña. España parecía irreformable.
En este último episodio de la serie hablamos con Llucià vive cerca de Vic, en la Cataluña interior. Vive en territorio independentista, él es la nota discordante. Su casa está en el corazón de un pueblo de 2.000 habitantes donde cada una de las casas, excepto la suya, tiene lazos amarillos. Llucià es un empresario prejubilado de 57 años que no tiene pelos en la lengua, está harto del procès. Para él el movimiento independentista ha hecho mucho daño a Cataluña.Si bien es cierto que la economía catalana se ha desacelerado ligeramente, sigue siendo motor de la economía española y, al menos a corto plazo, según el Banco de España el impacto de la crisis catalana ha sido menor de lo esperado.Pero para él esta situación ha generado inseguridad jurídica y mala imagen que piensa está poniendo en peligro el estado de bienestar.
Eva Moscoso es trabajadora social, hija de andaluces que se trasladaron a la periferia de Barcelona buscando un mejor futuro y, sobre todo, rociera. Vive con tristeza la polarización y crispación que hay en Cataluña. Lamenta que el ‘procés’ parezca distinguir entre catalanes de primera y de segunda.Eva salió a la calle para reivindicar la españolidad de los catalanes en una de las manifestaciones posteriores a la votación del 1 de octubre de 2017.
En este episodio hablamos con Jaume López, consultor de 36 años, escéptico con el independentismo. También con lo llamado el 'unionismo'. Al mismo tiempo le importa y preocupa la situación que se está viviendo en Cataluña. En momentos en los que los extremos prevalecen, ¿dónde quedan los que están en medio?Cuando vivía en León era 'El catalán'. Lo mismo le ocurrió cuando se fue a Madrid a trabajar con su mujer. A la vuelta a Cataluña era 'El madrileño'. En su casa Jaume siempre ha hablado en catalán y castellano indistintamente. La gente que se mueve es de todo tipo, la mayoría independentistas, aunque también hay circulos unionistas. Él no siente que pueda expresar su postura de manera libre porque una postura neutra puede molestar.Parece que la equidistancia incomoda hoy en día. Los matices pierden valor.