Caracol Podcast
En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca converso con Ximena Tarde, uruguaya y psicóloga especializada en terapia sistémica y familiar. La invito a este espacio porque quiero que la conozcan, que la escuchen, que aprendan de su suavidad consigo misma, de su férreo compromiso por lograr una verdadera salud mental. Ximena nos ofrece los aprendizajes de su recorrido, lo mucho que le costó relacionarse con su cuerpo desde la aceptación. Nos habla de lo que implica incurrir en guerras en contra de ella misma, y cómo estas luchas desembocaron en la comprensión profunda de la necesidad de aceptar y abrazar quien es.
En este episodio de Yo debería ser flaca, profundizo en un tema común: la sensación de no poder parar de comer. Es frecuente que muchas mujeres se perciban "adictas" a la comida. Pero no lo son. Nunca le digo a una consultante que su relación con la comida es una adicción, que come chocolate porque es una sustancia adictiva con la cual no puede contenerse. En cambio, trabajo con ella para desenredar el nudo de la restricción, que probablemente sea la verdadera causa detrás de esa aparente pérdida de control. Si alguna vez has sentido que la comida te domina, este episodio es para ti.
En este episodio del podcast *Yo debería ser flaca*, exploramos un aspecto crucial para sostener procesos de cambio genuinos y duraderos: el valor del progreso. Muchas veces, enfocamos nuestra atención únicamente en los destinos finales y creemos que solo vale la pena celebrar cuando alcanzamos una meta. Sin embargo, es el progreso, esos pequeños pasos que damos a diario, lo que realmente alimenta el cambio y le da vida.El progreso no es solo una etapa intermedia; es el cimiento que sostiene el crecimiento y nos permite mantenernos en el camino. Por eso, es fundamental medirlo, registrarlo y, sobre todo, emocionarnos con cada avance, por pequeño que sea. Estas pequeñas victorias nos ayudan a construir una imagen más clara y realista de lo que es posible para nosotras y nuestras vidas.Así que, en lugar de esperar hasta el final para celebrar, aprendamos a honrar el proceso en cada paso. Porque cada avance, por más mínimo que parezca, es un recordatorio de nuestra capacidad de cambio y de lo lejos que podemos llegar cuando somos pacientes y constantes con nosotras mismas.
En este episodio de "Yo debería ser flaca", tengo el honor de conversar con una mujer excepcional que celebra la vida con todo su cuerpo: Nataly Ortegón, activista por la liberación y diversidad corporal. Su contenido en redes sociales tiene algo especial, supe qué era conversando con ella: su inquebrantable decisión de vivir plenamente, siendo exactamente quien es.Nataly nunca pensó que su cuerpo debía ser diferente ni que necesitaba perseguir una elusiva mejor versión que no llega. Tampoco permitió que su brillo se apagara por las críticas hacia su apariencia. Nataly no hace una apología a la gordura, como podrían insinuar sus detractores; a ellos les responde con claridad: "Hago una apología a la existencia".